Perdiendo biodiversidad



El agua pura no existe. Sólo recien destilada y ni así ya que contendrá, cuando menos, aire disuelto. Eso ocurre porque es el mejor disolvente.


No se le resiste casi nada: inorgánico u orgánico. Disuelve iones, metales no ionicos, multitud de sales, glucidos, proteínas, nucleótidos. Salvo los lípidos y aún así, también a ellos los altera, les impone un orden, los organiza aunque no pueda disolverlos. Esta maravillosa cualidad del agua la convierte en el disolvente universal, en el líquido de la vida.

Sin embargo esa misma cualidad tiene la culpa de que cada vez que abrimos el grifo no sólo estamos consumiendo agua sino degradándola, contaminándola. Un montón de sustancias quedarán inevitablemente disueltas en ella y otras viajarán flotando en ella, arrastradas por su corriente.

Entre lo que añadimos al agua tras usarla se encuentran un montón de sales minerales, procedentes sobre todo de los abonos agrícolas y en menor cantidad de los detergentes. También añadimos materia orgánica: restos de la comida, las heces y sobre todo, restos de las cosechas que se arrojan a los rios.

Las sales minerales y la materia orgánica vertidas son las responsables, en gran medida, del terrible estado de nuestros ríos, lagos y hasta mares. Causan EUTROFIZACIÓN.

El proceso transcurre así: El exceso de sales minerales provoca que los organismos fotosínteticos, lo que se llama fitoplacton, pequeñas algas y bacterias verdes, proliferen desmedidamente. Parece estupendo ¿verdad?. Significa más vida, mas verde, más oxígeno...

Pues no. Todo lo contrario. Tanto verde sirve de comida a los consumidores primarios, el llamado zooplancton, pequeñas larvas de animales o animales microscópicos. Pronto estos también aumentan las aguas eutróficos o lo que es lo mismo con exceso de nutrientes (las sales minerales).

Mucha vida significa mucha muerte, muchos cadáveres de todos esos microorganismos porque en juego los descomponedores, bacterias y hongos microscópicos. Para descomponer necesitan consumir oxígeno, mucho, muchísimo porque hay mucho trabajo que hacer. Aumenta la Demanda Biológica de Oxígeno DBO para los que manejan el tema. Y el oxígeno disuelto en ese agua se agotará. Se creará un río o lago eutrofizado, anóxico, sin oxígeno. Vivirán muchos organismos, sobre todo bacterias anaeróbicas y algunos otros organismos resistentes, estrategas de la R. pero no habrá biodiversidad. Además olerá mal, porque las bacterias anaeróbicas emiten gases malolientes y se habrá perdido la belleza paisajística.

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