Proyecto próximo curso

En estos días estamos elaborando la solicitud del proyecto Agenda 21 para el próximo curso. Nos gustaría que nuestro instituto fuera, poco a poco, cambiando sus "viejas" estructuras por otras modernas. Que no sólo el aspecto del centro, la estética, se fuera transformando, si no algo más profundo: la ética. Un objetivo importante de este curso ha sido educar en el respeto. De hecho para Agenda 21 el lema ha sido "Cuidate, cuida tu espacio".
El equipo directivo ha puesto gran empeño en esta empresa. En algunas clases ha resultado difícil. Las conductas insolidarias y la tan falsa-como extendida idea de que compañerismo significa no críticar las conductas de tus compañer@s por molestas e insolidarias que resulten son, claramente, la razón principal. Lo inhóspito de ciertas aulas no ayuda mucho.
Nuestra tarea es educar en la solidaridad para evitar las conductas irrespetuosas, pero también crear los espacios que favorezcan la concentración y que inciten a cuidarlos.Por ello uno de los objetivos para el próximo curso es remodelar algunas de las aulas.
Una de las cosas que se quiere cambiar es el tipo de bombillas. Las viejas fluorescentes, que a veces se encienden y apagan innecesariamente gastando energía gratuitamente, serán sustituidas, tan rápido como nuestros medios económicos nos lo permitan, por bombillas de bajo consumo.
Pero no es un tema de bombillas, ni de consumo, es algo mucho más difícil de cambiar: nuestros hábitos. Han echado raíces profundas en un terreno demasiado confortable, el de una socidad consumista, y ahora, arrancarlos de ahí y hacerlos a un terreno más duro y árido es casi imposible.
Educar, en general, es difícil, o fácil depende de tantos factores!
Educar para el desarrollo sostenible es siempre una ardua tarea. Porque una cosa es lo que pensamos que debemos hacer y otra lo que hacemos. Contradiciones que son una de las marcas de nuestra especie.
Alguien decía que el mundo no cambiará mientras no cambie el corazón humano.
¿Puede cambiar? Preferimos pensar que sí.